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domingo, 19 de agosto de 2012

¡Mi reino por un agujero!

La gente tiene una obsesión con los agujeros, esto es así. Agujero que uno ve, agujero que quiere tapar.

Primero te dan los juguetes aquellos con formas que hay que hacer pasar para entender como va el mundo de los contornos. Sumando uno más uno, uno llega a la conclusión de que los dedos tienen más o menos la forma y tamaño adecuado para la nariz, así que ese también lo tapa. Luego viene el rollito ese que se forma entre el lápiz y el sacapuntas, que todo el mundo sabe que al sacapuntas se le habla en masculino sólo por costumbre. Avanzando, avanzando, muchos acaban llegando a la embriaguez de taponar los oídos con auriculares (Aunque uno previamente ya había practicado aquello de hacer el sonido del Comecocos metiendo un dedo, pero la nariz tiene más sex-appeal). Esto sigue así hasta que se llega a esas edad. ESA EDAD.

Ese momento en que todo lo que ves parece un agujero, o algo con lo que taparlo. Mires donde mires, encuentras cosas que te lo recuerdan una y otra vez. Así que, no aguantando más, coges y te haces un piercing.

Porque nada va más allá de la frustración del agujero, que crearte tú mismo los tuyos para después taparlos.

Ahora, que alguien me explique qué mierda de sentido tiene esto.

¿En qué momento de tu día a día te levantas y dices? "Joder, ¿sabes qué estaría de puta madre? Arriesgarme a una infección o herida seria sólo para introducir en mi cuerpo un pedazo de metal con funciones decorativas". Eso sí, no es algo que hagas porque esté de moda, es que "queda bien y mola".

Claro que sí, cuando naciste tu cerebro ya estaba preparado para la idea de automutilarte, es algo que viene en la genética de aparentemente una gran parte de la población.

Le estaban haciendo uno en el clítoris y han pinchado por donde no era.

Luego vamos por ahí diciendo que "vaya tontería esas que se meten silicona en el cuerpo sólo para tener más tetas". Claro, es que es algo virtualmente distinto a atravesarse un pezón y poner un pincho en él. Claro que sí, mucho más natural y sano.

Que aún podrías argumentar que es distinto porque el piercing siempre queda en la parte externa y rara vez entra en contacto con zonas de riesgo, cosa que hasta cierto punto es correcto (Depende de qué piercings), pero por algún motivo que desconozco, un piercing no es algo que viene en solitario, normalmente acompaña de un tatuaje, que eso ya es la repera.

Un tatuaje implica que se introduce tinta directamente bajo la piel de tal manera que ya no existe forma de quitarlo. Es decir, que un compuesto totalmente ajeno a tu cuerpo y en su mayor parte carente de cualquier componente natural va a quedarse en una zona interna por tiempo indefinido. Pero, eh, hacerse una liposucción es algo horrible y deleznable en comparación, donde va a parar.

Con todo esto no quiero decir que vea realmente mal hacerse un piercing o un tatuaje, lo que nunca entenderé es esa doble moral en la que una persona con piercings y/o tatuajes lucha por su derecho a tener el aspecto que le da la gana, pero después ve a Lady Gaga y empieza a hablar de matar gente. Si tú eres el primero en hacer el gamba con tu aspecto, no empieces a criticar lo que hagan los demás con el suyo.

Sí, hubo una vez que tuvo este aspecto.

1 comentario:

  1. Pauet xD
    He leído el título de la entrada y he pensado que ya estabas con ganas de follar xD. Pero vamos, que iba de piercings la cosa xD.
    No sé cuando empezó la moda de agujerarse las orejas para ponerse pendientes, eso al parecer es ya una costumbre bastante antigua. Vamos, mi madre, mis tías y creo que hasta mi abuela tenían todas pendientes en las orejas. Concretamente, dos: uno en cada una. Y aquí hay dos cosas que me llaman la atención.
    La primera: ¿Por qué esos pendientes no se consideran piercings? ... cuando si te haces otro más arriba, en el cartílago de la oreja, ya lo es?...
    Y la segunda, es, por qué esas personas que ya tienen ese par de agujeros extra, se escandalizan tanto cuando sus hijos se los hacen en otro sitio. Ah, en las orejas sí.. pero en la nariz no. (por ejemplo).
    Bueno.
    Que conste que a mí tampoco me gustan los piercings "fuera de la oreja"; y mucho menos cuando estamos ante una persona con complejo de colador... y vamos, vaya una moda para seguir, la verdad. Es que no se me ocurre un solo lugar, aparte de la oreja, donde no sea peligroso ni desagradable hacérselo.
    - En la nariz? Con la cantidad de mocos que hay ahí? Eso tiene que producir unas infecciones cuando hay catarro, que de aquí te espero. Y con suerte si no pasa de herpes.
    - En la boca? Y si te lo quitas, te sale la sopa por el agujero como si tuvieses un escape?
    - En la lengua... mejor ni pensarlo. Es decir, si ya te das un mordisquito en la lengua y te duele horrores... no quiero ni pensar si directamente la taladras! Y tiene que salir una llaga de aquí te espero (ídem en la boca).
    - En el ombligo... pues hombre, yo, personalmente no me lo haría. Si es tocar el ombligo y me entran ganas de hacer pis; pues imaginate con un gancho las 24 horas, no saldría del WC!
    Esto con los sitios más "normales"; en los demás tampoco me gustan, ni quiero...
    Y esta gente, cuando va al aeropuerto, hará estallar los detectores de metales xD. O en los bancos. Como un policía con mala leche les mande dejar todos los objetos metálicos, se van a cagar xDDDD

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Tienes una pistola en la cabeza.