1er capítulo: No tenga gato.
El gato es el enemigo natural del humano. Su gran inteligencia y el trabajo en equipo les permió crear una fachada de aparente neutralidad, para así mezclarse entre nosotros, reproducirse a nuestra costa. Mientras tanto, de forma lenta e inexorable, se preparan para el no muy lejano momento en que no les seamos de utilidad y se deshagan de nosotros.
Algunas pruebas de estos hechos son:
-El ronroneo: El ronroneo produce en el humano una sensación de infensividad y, acompañado por el calor natural del cuerpo felino, tiene propiedades tranquilizantes -e ocasiones incluso sedantes-, causando que se baje la guardia por completo. Craso error: nunca duerma cerca de su gato.
Táctica para impedir el uso del ordenador.
-La mirada fija: El gato aprende de nuestras acciones, memoriza nuestras rutinas e intercambia esos datos a través de la RIG (Red de Información Gatuna). No se lo permita. Cuando maneje usted información de su oficio, cuando vea las noticias por televisión o cuando use el ordenador, mantenga al gato alejado en todo momento.
Es importante resaltar en este punto que cuando un gato se queda muy quieto mirando a un punto donde aparentemente no hay nada, es muy probable que esté conectado a la RIG, transmietiendo o recibiendo información. Impídalo desplazándolo por la casa para hacerle perder cobertura.
-Los ataques de nervios: Se sabe que los gatos odian la compañía humana. Verse obligados a mantenerse cerca de una persona por largos periodos de tiempo es suficiente para quebrar la fuerza de voluntad del gato medio. Por ello sufren repentinos y aparentemente inexplicables accesos de ira o nerviosismo. Se conoce que en alguna ocasión un gato ha podido matar a una familia entera al perder el control de sí mismo.
-Placer por los sitios pequeños y oscuros: En su afán por encontrar el asesinato perfecto, un gato invierte gran parte de su tiempo en investigar cualquier rincón recóndito en que esconderse y desde donde esperar a su presa. Tape estos puntos de su casa y manténgase lejos de los que no pueda tapar.
Sal ratita, quiero verte la colita.
-Higiene exhaustiva: Si tanto se limpian, es que algo sucio ocultan. O como mínimo son unos pijos, y no te puedes fiar de un pijo.
Si ve usted alguna o todas de estas conductas en su Misifuz, sepa que hay una gran probabilidad de que esté planeando matarle a usted, a su esposa, a sus hijos y al vecino de enfrente por si acaso, así que no espere más, dele a esa bestia su merecido.
En el próximo capítulo: ¿Puede usted confiar en su lavadora? La respuesta es no.
O en su defecto, les facilitamos tecnologia nucelar y nos unimos a ellos en eso del dominio mundial
ResponderEliminarSeguro que peor de lo que estamos no acabamos 8)