That awkward moment...

...cuando se te ocurre una frase buenísima y no hay nadie para oírla, pero cuando hay alguien para oírla, ya no te acuerdas de ella. O lo típico de ir a dormir y que entonces te vengan todas las buenas ideas, pero ya estás tan cómodo que no quieres levantarte a tomar nota ni nada parecido. Por no hablar de tener una frase perfecta para esa discusión que tuviste hace tres días.

¡He respondido mal la pregunta tres y me sabía la respuesta!

Es para esta clase de cosas para lo que un blog puede llegar a ser útil. Uno viene aquí, pone lo que le venga en gana y tan tranquilo se queda, como nuevo.

Y precisamente a raíz de lo primero que he dicho en esta entrada es a lo que vengo aquí. Recientemente, con la posible aprobación de la ley SOPA y especialmente por el cierre de Megaupload, la gente ha empezado a hablar, quejarse, moverse. Anonymous organizó en tiempo récord un ataque masivo a ciertas páginas web, reabrió un nuevo Megaupload temporal y esto y aquello.

Genial, cojonudo, perfecto. ¿Y por qué nadie ha hecho ni la mitad de esto cuando se nos recortan otro tipo de libertades mucho más prioritarias? Pues os diré por qué, y es la Frase Más o Menos Guay del Día: 

-Porque a la gente le preocupa más perder lo que quieren que lo que necesitan.

El año pasado, tenía una compañera de clase que podría ser calificada de "perroflauta", no sólo por su aspecto, sino por su ideología. A esta persona se le llenaba la boca de derechos y libertades cuando alguien mencionaba siquiera minimamente la idea de tener alguna hora lectiva extra, o tardar un poco más en salir de clase. Se alzaba como una líder de los maltratados estudiantes a clamar por nuestra necesidad del descanso.

Esta misma persona, sin embargo, buena prisa tenía en incordiar si no le apetecía a ella dar clase, en asegurarse de mandar los exámenes lo más lejos posible y en solicitar que le dejaran salir antes. Efectivamente, le interesaba más su tiempo libre que el recibir una educación en condiciones.

El día que nos decidamos a valorar más la necesidad que el querer, será otro cantar.